LA NORTE BRILLÓ COMO EN SUS MEJORES ÉPOCAS

Corvinas de buen tamaño, varios pez palo, innumerables pescadillolas y hasta pejerrey y anchoas de banco fueron de la partida el domingo por la mañana en el tradicional pesquero marplatense. Por las condiciones del mar y del viento (noreste fuerte) los pescadores debieron optar por el sector interno, que respondió de manera formidable desde la mañana temprano y hasta el mediodía. En la Sur, en tanto, aparecieron las primeras lisas.

Pese a que varios pescadores estuvieron apostados durante toda la noche previa y otros tantos llegaron antes de la salida del sol, el pique fuerte en el morro de la Escollera Norte comenzó allá por las 7.30, con una corvina carbonera de excelente porte en caña de un amigo de la casa, Jorge Paparini. De a poco la acción se reforzó con algún que otro pez palo y también las primeras pescadillas, especie que a la postre sería decididamente la que más lograron en todo ese sector.

Hasta las 11.30 de la mañana se continuó pescando de manera sostenida, no sólo la variada, sino también con pejerreyes escardones de excelente tamaño: al menos unos 15 ejemplares se llevaron aquellos que hicieron los intentos a los flecha de plata. Y entremezcladas algunas buenas anchoas de banco, con su tradicional pelea y corte incluidos. La Norte mostró una admirable afluencia de marplatenses que debieron acomodarse en la punta y en el sector interno, dado que el fuerte viento del noreste imposibilitó intentos en el sector exterior.

Ya sobre el mediodía el panorama era bien marcado, con un verdadero festival de pescadillas de todos los tamaños, con dobletes y tripletes incluidos, muchas de ellas también devueltas al mar. Hasta ahí, los pescadores que lograban los tiros más largos se traían alguna buena corvina rubia como trofeo, mientras que los que optaron por lances más corotos disfrutaron de la variada menor. La jornada vespertina continuó exclusivamente con la captura de varias pescadillolas, siempre del lado de adentro.

Como es habitual en este tradicional pesquero de Mar del Plata, se utilizaron aparejos de 2 y hasta 3 brazoladas, encarnados principalmente con langostino, que fue la carnada por excelencia. Muchos probaron también con anchoa o el tradicional “sanguchito”, pero sólo se prendían los buenos pez palo que estaban en la zona. Aunque lo mejor se vivió durante la mañana, bien puede decirse que la Escollera Norte volvió a brillar como lo hacía en su época dorada.

Respecto de la Escollera Sur, también se lograron algunos ejemplares de variada en general, pero el viento ya mencionado dificultó muchísimo la faena. El dato sobresaliente estuvo en los primeros tramos del espigón, donde los más fanáticos pudieron dar con una buena cantidad de lisas, la mayoría de ellas de mediano porte. Otra de las pescas que es habitual en esta época y que se impone como una excelente alternativa a la hora de pelear con las siempre buscadas y combativas “ojonas”.

Agradecimiento especial: Jorge Paparini y Rubén Hugo Biesa.