Una interesante cosecha de lenguados se logró este jueves en la Laguna de Mar Chiquita, según el relevamiento que hizo nuestro amigo y guía de pesca de la albúfera, Cristian “El Tuba” Di Paolo. El porte de los lenguados rondó entre pequeños y medianos, aunque aparecieron algunos de buen tamaño. El “chato” respondió en cantidad no sólo en la modalidad tradicional sino también con mosca. El espectáculo del día la dieron las corvinas negras.
Muy entretenida la pesca de lenguado este jueves en la albúfera. Quizás no lo ideal que se espera debido al bajo porte de las capturas, pero sí con la acción que esta especie siempre muestra. El “Tuba” Cristian Di Paolo, experimentado guía del paraíso marchiquitense, relevó principalmente la zona comprendida entre Punta Ondina y Punta Pejerrey, siempre partiendo –como es habitual- desde el Recreo “San Gabriel”.
La laguna mostró por la mañana un bajo nivel, con un agua totalmente limpia. Unos siete botes se encontraban pescando en el mencionado sector y las capturas no se hicieron esperar. Aunque loe lenguados iban a pequeños a medianos, el pique fue bastante parejo durante ese lapso. Funcionó a la perfección la modalidad tradicional, con carnada, y de hecho los de mejor porte se dieron así.
Sin embargo, el fly fishing, que gana cada vez más adeptos, también tuvo sus merecidos premios. La especie estaba muy activa. Incluso los que estuvieron vadeando la zona pudieron observar varias corridas y espantadas.
Ya con el ingreso de agua la historia se complicó. Es que lo hizo paulatinamente, el agua nunca corrió y automáticamente el “chato” se desplazó hacia otro sector. Y aunque en las primeras horas de la tarde mostró una leve remontada, sólo sirvió para engrosar apenas la cuota. Vale remarcar que los sectores con menor profundidad fueron los que mejor rindieron y donde el nivel creció, el lenguado se movió: en los lugares más hondos, el agua de la albúfera todavía se mantiene bastante fría para la época.
ESPECTÁCULO PARADISÍACO
A los buenos resultados del “chato”, se sumó también la corvina negra. Una especie muy buscada, típica de la zona, y que siempre ofrece un espectáculo único dentro del verdadero paraíso que significa Mar Chiquita. El propio “Tuba” compartió un excelente video con un hermoso cardumen que rumbeaba laguna arriba, y aunque hicieron intentos, no lograron capturar ninguna.
Distinta fue la suerte del reconocido pescador del lugar, Héctor Weheren, quien haciendo intentos al lenguado, de vadeo con la modalidad mosca, se alzó con un lindo ejemplar de corvina negra, lo que marcó la gran anécdota de una jornada muy especial.
