PESCA VARIADA DE EXCELENCIA EN CELPA

Peces elefante de gran porte, corvinas rubias muy peleadoras y buenas brótolas fueron las verdaderas estrellas este sábado en playas de C.E.L.P.A, en Mar Chiquita, tal y como lo muestran las imágenes enviadas por nuestro corresponsal y amigo, Luis Zalazar. Según nos comentó, debieron pelear mucho con el descarne, producto de la enorme cantidad de cangrejos presentes en el lugar. Aunque el clima se complicó durante las primeras horas de la tarde, la pesca ya estaba hecha. (GALERÍA DE IMÁGENES)

En la previa había mucha expectativa, dado que las condiciones de clima y mar para el sábado auguraban buenos resultados. Incluso estos pescadores habían hecho intentos el día jueves y consiguieron una corvina rubia grande y varias brótolas de interesante porte. El agua de mar estaba entremezclada y el cangrejo, a la orden del día. Ese panorama (sumado al alentador pronóstico) los llevó a probar suerte una vez más. Y el C.E.L.P.A no los defraudó.

Este tradicional pesquero de Mar Chiquita respondió con una buena cuota de pez elefante. La mayoría de ellos, se capturaron encarnando con la combinación de anchoa y langostino o anchoa y camarón: el tradicional “sanguchito”. Fueron en total unas cuatro capturas de esa especie tan buscada y típica del lugar en esta época. Y como si fuera poco, en uno de esos aparejos, que tenían anzuelos en tándem, se prendió un tiburón cazón mediano que a poco de salir cortó la brazolada y se escapó.

También la corvina rubia fue de la partida. En este caso, con el langostino como la carnada vedette, todas ellas de excelente porte. Como es habitual, con una pelea asombrosa en un contexto de pesca soñado. Cuando los lances salían largos y el cangrejo lo permitía, la corvina era número puesto. Con tiros más cortos, donde el agua de mar estaba un poco más turbia, la brótola estuvo a la orden del día. También salieron varias y de interesante tamaño.

La pesca se realizó desde las 8 de la mañana y hasta las 14.30, que fue el lapso donde mejor se mostró el clima. Ya cerca de la media tarde el viento rotó al sector noreste y aunque el mar se picó un poco, mantuvo cierta tranquilidad. Pero el pique mermó bastante y -según nos comentaba el propio Zalazar- ya no estuvieron tan cómodos como al principio. No obstante, la cuestión climática terminó siendo anecdótica, dado que para esa hora la pesca ya estaba hecha, con la alegría de haber conseguido lo que fueron a buscar. Los resultados están a la vista.