Ejemplares muy peleadores y agresivos se pescaron hace unos días, todos en las modalidades bait y spinning, tanto con señuelos como con gomas. Se registró una buena cantidad de capturas, algunas de ellas cercanas a los tres kilogramos de peso, todas con devolución. Algunas “taruchas” ofrecieron tremendos ataques en superficie, lo que muestra a las claras la tremenda actividad que tiene la especie en toda la zona.

Durante la mañana, con clima húmedo y nubosidad, hubo mucha actividad con señuelos, principalmente de superficie. Según nos comentó un amigo de la casa, Maxi Maneiro, utilizaron colores claros y ranas anti enganche. El pique más fuerte se centró en las primeras horas del día, y luego de un impasse se reactivó de las 16 horas en adelante, en una jornada muy entretenida y rendidora no sólo por la cantidad, sino también por los portes.

Ya en horas de la tarde decidieron moverse hacia el otro sector de la Ruta 74 por donde se extienden los desbordes, aunque allí la tararira estaba un poco más abajo: unos 15 o 20 centímetros de la superficie, ya no a flor de agua. En este caso puntual, estos experimentados pescadores optaron por colores de señuelos un poco más oscuros y rápidamente obtuvieron respuesta. Con un poco más de agua las “dientonas” ofrecieron un verdadero espectáculo.

Las gomas lastradas, como para lenguado, anduvieron a la perfección. Y aunque algunos pescadores de la zona optaron por llevarse alguna captura, estos amigos decidieron devolverlos inmediatamente. Nos comentó Maxi que hay muchísima tararira en la zona y vale aclarar que es un momento fantástico para esta pesca, que todavía tiene por lo menos un mes y medio más para seguir ofreciendo esa acción que todo pescador busca y ansía.