YA APARECIERON LOS PRIMEROS LENGUADOS DE LA TEMPORADA

Se registraron este fin de semana largo la captura de algunos lenguados en la boca de la albúfera de Mar Chiquita, en lo que podría establecerse como una excelente previa de cara al inicio de la temporada. Un verdadero especialista en la materia como Luis Zalazar, se adelantó al calendario, enfrentó el frío y se trajo su merecido premio. En Mar del Plata también hubo sorpresas y aparecieron algunos, uno de ellos cercano a los 10 kilogramos de peso.

Los más fanáticos suelen adelantarse. Aunque por calendario sea temprano, aunque no se hayan registrado capturas previas, aunque el frío mantenga aletargada a la especie. Siempre está ese pescador que da el puntapié inicial, abre el juego y logra los primeros resultados de una temporada de lenguados que va a ser atípica: no por el comportamiento del pez (en todo caso, eso está por verse), sino porque por ahora y al paso que vamos, la afluencia de pescadores va a ser muchísimo menor. Es que el maldito COVID-19 nos impide a los marplatenses disfrutar del paraíso que es Mar Chiquita. Ahora, es patria potestad absoluta de los lugareños.

Con esa premisa fue este fin de semana un gran amigo de la casa: Luis Zalazar. Viviendo actualmente en ese partido, tomó su kayak y aprovechó para cruzar la boca y hacer los primeros intentos. Se adentró un poco lejos de la desembocadura al principio, pero no obtuvo respuesta. El agua no estaba en las mejores condiciones, bastante turbia. Y para colmo de males la laguna estaba inflada y el caudal bajaba muy poco. No corría, y eso suele ser un mal contexto para la pesca de esta especie.

La actividad comenzó cuando el agua se aclaró con el cambio de marea. Los piques se dieron a la altura de la bandera, ahí donde te dejan los botes que normalmente te cruzan pero que hoy no pueden operar por la pandemia. Tuvo varios piques, con lenguados de bajo porte que fueron devueltos al agua y también algunos errados. Y no es para menos, porque el agua fría lo mantiene algo aletargado y el “chato” no come bien. Pero ahí estaba igual, atacando, fiel a su estilo. Como todo pez netamente cazador.

Zalazar logró alzarse, entre lo más destacado, con un ejemplar de casi 3 kilos y, en la traída, perdió otro de similares características. Según nos comentó el propio protagonista, utilizó un aparejo de dos brazoladas, que abajo tenía la tradicional boya doble cono, con su anzuelo triple y retén carnada. Y en la de arriba, un anzuelo simple también con retén: justamente ahí se dieron los mejores resultados.

En Mar del Plata también hubo novedades. La semana pasada el lenguado fue noticia cuando un pescador capturó un ejemplar de casi 10 kilos en la escollera del Torreón, aunque lo hizo con línea de variada, sin tirarle puntualmente a esa especie. Y durante este fin de semana largo, los marplatenses fanáticos que no pueden ir hasta el paraíso marchiquitense optaron por intentar en los remansos que ofrecen las playas del norte y también apareció uno. Será cuestión entonces de adaptarse al nuevo contexto y analizar posibilidades de pesca que antes ni siquiera se nos hubieran cruzado por la cabeza.