LA PESCA VARIADA VIENE A PASO FIRME EN SAN BLAS

Aunque el viento complicó mucho y fue la constante durante los últimos días, la pesca variada mostró excelentes resultados en el paraíso del pescador deportivo, principalmente en la modalidad de embarcado. De costa también hubo pesca, cuando el clima lo permitió, pero el porte fue considerablemente menor. Nuestro corresponsal y amigo de Villa Gesell, Norman Cuenca, nos ofrece un informe pormenorizado de las capturas de corvina rubia y otras especies que realizó esta semana junto a un grupo de amigos.

La mayoría de los días los vientos superaron con amplitud los 35 kilómetros, con ráfagas de 50, 60 y hasta 70 km/h. Ese fue el principal escollo que tuvieron los pescadores de Villa Gesell que en los últimos días visitaron San Blas. No obstante, la modalidad embarcado les ofreció su merecido premio y allí aparecieron corvinas rubias que no sólo tenían un porte admirable, sino que ofrecieron una pelea única. Y como bonus track, escardones de los buenos logrados en un mar que se mostró absolutamente cristalino. A tal punto, que los pescadores los veían con los flechas de plata atacaban la carnada.

El primer día optaron por pescar desde la costa, en la zona de Punta Rubia. Pero salieron algunas pocas corvinas rubias de porte menor, pescadillas y alguna que otra raya: lejos de lo que puede ofrecer el lugar. Entonces aprovecharon para embarcarse con un semirrígido, donde los resultados sí fueron los esperados. Pescaron a una profundidad de 10 metros y allí aparecieron corvinas rubias de las buenas, esas de cuerpo casi dorado y peleadoras como no se ve en nuestra Costa Atlántica. También fue el momento de pescadillas y gatuzos. El lugar elegido fue a unos dos o tres kilómetros de distancia, frente a la boca de la ría.

Pescar a 10 metros de profundidad resultó clave: intentar más abajo complica mucho la correntada y el pez ya no se comporta igual. Para colmo las fuertes correntadas obligaron a poner plomos incluso de hasta 1 kilo. De hecho estos amigos de Gesell intentaron a unos 20 metros pensando en que sería una mejor opción, pero no sólo mermó la cantidad, sino que casi no pudieron anclar correctamente la embarcación. También nos contaron que una buena opción es observar el comportamiento de los lugares, que son los verdaderos conocedores del lugar y que tuvieron días de pesca excelentes.

Párrafo aparte para el pejerrey escardón. El tercer día se ubicaron frente a la isla, donde el agua es muy clara. A tal punto que ni bien bajaban los aparejos, podían ver perfectamente como los flechas de plata atacaban la carnada. Un pejerrey fuerte, aguerrido, de boca chica, muy enérgico y peleador. Utilizaron camarón fresco e incluso las tiritas chicas de anchoa también funcionaron muy bien. También fueron de las partida las burriquetas, aunque en menor medida. En otra de las jornadas optaron por lances de costa en la ría, pero los resultados fueron magros.

El viento fue determinante para que la estadía no haya sido la soñada, más allá de que Cuenca y sus amigos lograron buenas capturas. Algunos pescadores que estuvieron en el complejo días anteriores pescaron muy bien tanto de costa como de embarcado, ya sea corvina, especies de variada en general o pejerrey. El relevamiento y las pescas previas demuestran por qué San Blas es unas de las mejores opciones para esta pesca post pandemia. Pudo ser mejor. Pero no estuvo para nada mal.