La costa de Mar del Plata se vio invadida de corvinas de excelente porte que salieron en distintos puntos de la ciudad, con fuerte presencia en el norte. Las condiciones climáticas y del mar fueron favorables para las grandes pescas que se hicieron.
Se esperaba con ganas el regreso de la vedette del verano: la corvina rubia. Los resultados de los últimos días ratificaron la tendencia de hace algunas semanas, cuando habían aparecido las primeras, aunque más en cantidad que en calidad. Pero ahora la diferencia sustancial está en el porte. Todas parejas, muy robustas, peleadoras como siempre y lo suficientemente potentes como para obligar a los pescadores a activar la estrella del reel.
La zona norte de Mardel es el epicentro. Y tiene lógica, dado que, a medida que levanta la temperatura del agua, la especie migra desde el norte en búsqueda de alimento. Comida que -dicho sea de paso- encuentra a montones en el borde de las piedras que están sumergidas o en contacto con el mar. Por eso la gran mayoría de las vísceras muestran una fuerte presencia de mejillones en su interior.
Toda la zona de barrancas y de defensas costeras a la vera de la Ruta Provincial 11, entre Santa Clara del Mar y nuestra ciudad, está rindiendo de la misma manera. Playa Dorada, Cinco Tanques, Santa Elena, La Manada, Los Cuarteles y Camet, incluyendo el ex vaciadero, mostraron corvinas de muy buen porte, muy peleadoras. Claro que la faena se dificulta porque muchos lugares tienen enganche, pero también es cierto que es el lugar donde el pez está. Aún a riesgo de perder algún aparejo,es negocio.
No se destaca por la cantidad, pero sacar al menos una de las grandes una es como tener dos o tres medianas. Varios pescadores también lograron pescarlas en escolleras como Luna Azul, Sun Rider y Puerto Cardiel, e incluso en el centro de Mar del Plata, en puntos clave como Los Molinos, Punta Iglesia, Club de Pesca Mar del Plata y El Torreón. No necesariamente los lances deben ser largos, pero cada sector se comporta diferente. Es cuestión de probar.
Lo que no tiene discusión es la carnada. El langostino fresco fue, es y será por siempre el cebo preferido por la corvina rubia, aun cuando muchos aseguran (sin mentir) que las sacaron con anchoa. La diferencia es dos o tres a una en favor del marisco, aunque combinados anda muy bien. No hay que olvidarse la predilección por las llamadas carnes blancas, por lo que en alguna situación un buen filet de carpa o de pejerrey puede funcionar bien.
MIRÁ LOS EJEMPLARES!
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