El último fin de semana regresó la pesca en uno de los puntos más tradicionales de la ciudad, que venía complicado debido a un abrupto cambio geográfico. Predominaron escardones medianos y alguno que otro de excelente porte.
La Arenera del Faro, ese extenso sector de arena en los balnearios del sur de la ciudad, fue perdiendo el brillo que la había posicionado como la meca del pejerrey de playa. La naturaleza tuvo mucho que ver: durante los últimos años sus tradicionales canaletas y pozos se fueron tapando de arena hasta definir una superficie plana, de muy baja profundidad, y que complica la tarea de la pesca sobre todo cuando se hace la pleamar, que avanza y deja lejos al pescador de la zona de pique.
Sin embargo, el último fin de semana se destacó por la reaparición del pejerrey escardón, que se logró en sectores aledaños al arroyo, bajando a la arena por el Balneario Cabo Largo, y también con buenas capturas en la zona de El Balcón. También fue buena la faena en Piedra Marina, que está un poco más al sur y que sí ofrece una pendiente interesante, más allá de que hay que ingresar caminando porque el balneario no tiene acceso 4x4.
El pique no fue una locura, tampoco intenso, pero resultó rendidora al final de la jornada. Con paciencia, hubo que esperar que el cardumen hiciera pasadas esporádicas, momento en el que las cañas arrancaron y obtuvieron varios dobletes, tripletes y cuadrupletes. El momento trascendental se registró minutos antes de la bajante, cerca del mediodía, donde la acción fue un poco más interesante y salieron varios ejemplares de manera continuada.
Los lances debieron ser largos para legar detrás de una rompiente casi inexistente porque el mar estuvo pintado, aunque con una incipiente correntada norte-sur. Para eso, los pescadores se vieron obligados a ingresar varios metros al agua para llegar a la zona. Aunque a línea quebrada rindió muy bien, también lo hizo el paternóster tradicional: una sola boya en el aparejo funciona muy bien en superficie de pronunciados bancos de arena.
El pronóstico de tormenta falló, el mar permitió pescar y la Arenera de Faro regresó a los primeros planos de pesca de pejerrey, como supo hacerlo en años anteriores. Lo más destacable fue el porte de las capturas, y la aparición masiva de anchoas de banco que cortaron varias brazoladas e incluso pejerreyes que vinieron enganchado al anzuelo por la mitad. Será ahora el clima y las condiciones del tiempo las que permitan o no repetir lo del último fin de semana.
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