Durante el finde y el comienzo de esta semana varios pescadores de la localidad vecina se vieron sorprendidos ante la imponente aparición de la brótola, una especie que, si bien no es muy peleadora, es considerada un verdadero manjar gastronómico. Según nos comentó nuestro corresponsal, Luis Salazar, desde el viernes y hasta este martes el promedio fue de 10 capturas, en apenas algunas horas, siempre a la tarde-noche como el momento de mayor pique.

La faena comenzó el viernes a la noche y no se detuvo hasta la nochecita de este martes. Costa Corvinas, la última escollera de Santa Clara del Mar, en el límite con Camet Norte, fue el epicentro de una verdadera fiebre de brótolas de diferentes portes y tamaños. Poco importaron las cambiantes y difíciles condiciones del mar, o la lluvia, o el viento noreste que por momentos sopló muy fuerte.

Nuestro amigo y corresponsal en la ciudad vecina, Luis Salazar, junto a varios pescadores del lugar, obtuvieron una impresionante cuota de capturas. Ellos mismos lo bautizaron como “el pocito” al sector donde saben perfectamente que ahí, a unos metros, se acerca la brótola a comer. Tal y como se puede apreciar en las imágenes, la pesca varió en calidad, pero mantuvo la cantidad. Y como bonus track aparecieron entremezcladas algunas corvinas, burriquetas y algún que otro gatuzo, especie que también se siente cómoda en agua entremezclada.

En cuanto a los aparejos, la mayoría de los pescadores utilizan tradicionales de una o dos brazoladas, con anzuelos 2/0 (llamativamente esta medida dio buenos resultados, pese al importante tamaño de boca que tiene la brótola). Respecto de las carnadas, más tradicional, imposible: camarón fresco (entero o pelado), anchoa y el tradicional “sanguchito” que combina ambos cebos.